Desayuno peludo

A nadie le gusta encontrar un pelo en su plato a la hora de comer, pero con esta pieza, los desayunos recubiertos de piel serán diferentes. La artista Meret Oppenheim fue la mente maestra detrás de un objeto que se volvería estandarte del movimiento surrealista. 

Oppenheim nació el 6 de octubre de 1913 en el barrio berlinés de Charlottenburg. De padre alemán y madre suiza, desde joven se caracterizó por tener un gran sentido del humor y un ojo estético que le permitiría adentrarse en el mundo del arte. A los 16 años comenzó a estudiar pintura y con 19 años se trasladó a París a continuar sus estudios en la Académie de la Grande Chaumière.

Oppenheim posando para Man Ray. Fuente: https://hips.hearstapps.com/hmg-prod.s3.amazonaws.com/images/7f3e65e444998ace8ed3c0585a5bf33f-1537788101.jpg?crop=1.00xw:0.581xh;0,0.0754xh&resize=640:*

Estando en París conoce a las grandes personalidades artísticas del momento; con Alberto Giacometti y Jean Arp pudo participar en  la exposición surrealista del Salón de los surindépendants, pertenecería al círculo de André Breton y Max Ernst y sería la modela de varias fotografías de desnudo de Man Ray. 

En una conversación con Pablo Picasso y Dora Maar que admiraban la joyería que Oppenheim había fabricado con piel de antílope, el creador del cubismo insinúo que todo se podía forrar con pelo de animal. Esto resonó en Meret Oppenheim lo que implotó en su cerebro para recubrir una taza, un plato y una cuchara en piel de gacela china y crear Juego de desayuno de piel en 1936 que fue inmediatamente comprado por el Museo de Arte Moderno de Nueva York.

Juego de desayuno de piel. Fuente: https://www.moma.org/collection/works/80997

Fuera de ser una pieza ridículamente inutilizable el mensaje detrás de este objeto es interesante: este trabajo destaca las especificidades del placer sensual. El pelaje puede deleitar el tacto, pero repele la lengua. Y una taza y una cuchara, por supuesto, están hechas para llevarse a la boca. Es un contraste entre lo primitivo y lo civilizado, lo útil y lo bello, lo sensual y correcto. 

Al fabricarlo, la artista se metió en el bolsillo a todos los surrealistas. Nadie esperaba que una artista tan joven (y además mujer) produjese una obra de tal impacto, que se convirtió automáticamente en uno de los iconos del movimiento. Su obra refleja sus inquietudes, los mitos y sueños, las fuentes literarias que la inspiraron, el psicoanálisis de Jung por revelar lo oscuro del subconsciente, los roles de género que se deben desgarrar, los estereotipos sociales impuestos por una burguesía estática y fría…


La genialidad de Oppenheim continuó a lo largo de los años; creó los vestuarios para la obra teatral de Picasso Le Désir attrapé par la queue y escribió varios poemarios, entre ellos Sansibar. Murió el 15 de noviembre de 1985 en Basilea de un ataque al corazón, siendo una artista reconocida por su personalidad experimental e inconformista y el  enorme poder discursivo de sus obras, dotando de nuevas connotaciones significativas a objetos cotidianos.

Publicado por Miss Chalak

Curiosa empedernida y adicta a la hipervinculación. Descubrió que es amante de la semiótica y los idiomas cuando estudiaba una maestría en Historia del pensamiento. No entiende por qué decidió describirse en tercera persona.

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