El misterioso cronista de la Primera Guerra Mundial

Normalmente, la crónica es un género literario y periodístico que consiste en la recopilación de hechos históricos narrados en orden cronológico. Existen miles de crónicas que relatan la historia de naciones, de batallas, de conquistas, de reinados y obispados de todas las naciones que conocemos desde la creación de la escritura. 

En México, algunos cronistas famosos fueron Hernán Cortés con Crónicas de relación y Bernal Díaz del Castillo con Historia verdadera de la conquista de la Nueva España en referencia a la Conquista española. Posteriormente, Alexander von Humboldt, Sergei Eisenstein, Luis Buñuel, Josefina Vicens, e incluso, Chava Flores, narraron en diversos formatos como grabados, películas, libros y canciones, la realidad que les tocó vivir.

Alrededor de la década de los 60 –no se sabe bien, porque para ese entonces mucha gente no le daba importancia al registro ni a la catalogación de obras–, un diario en dos volúmenes con una cubierta de cuero llegó a la Universidad de Victoria en Canadá. En él, habían aproximadamente 130 imágenes creadas en acuarela o tinta que retrataban la vida de un aliado de la Primera Guerra Mundial. 

Página introductoria.
«A mi hija Adele
Estos dibujos no son producciones artísticas y no deben verse como tales. Si existe algún interés en ellos debe ser porque no sólo fueron dibujados en Francia y Bélgica, sino que también en áreas vecinas. Omití horribles incidentes ya que estos deben ser mejor ejecutados por artistas de verdad en la Base real. J.M.»
(Fuente de la imagen: JM Sketchbooks)

El problema, es que la única información que se tiene del artista detrás de estas crónicas dibujadas son las iniciales J.M. y una dedicación para su hija Adele. Analizando el contenido del documento, los dibujos fueron hechos entre 1917 y 1918, y su creador estaba estacionado en el frente cerca de Ypres, donde una serie de batallas de la Primera Guerra Mundial dejó más de 850.000 bajas aliadas y alemanas.

Evidentemente por los textos, se sabe que era angloparlante, por lo que pudo haber luchado tanto para los ingleses como para los canadienses. Sobre su sexo, unos creen que pudo ser una enfermera, y otros un soldado, ambas posibilidades buscando conectar con su pequeña retratando lo que veían en su tiempo libre. 

La sensibilidad de su trabajo es avasalladora. Por un lado, a forma de caricatura, retrata las personalidades de caporales y enemigos, captando rasgos de altanería y mezquindad. Por otro, muestra la desolación de la guerra, con paisajes creados después de la batalla y compañeros preocupados ocupándose de muertos y heridos. Destaca su amor a los caballos, a los que retrata en numerosas ocasiones y con lujo de detalle. 

Se cree que el diario llegó a Adele y que ésta vivió en sus días finales en Canadá. Pero, más allá de eso, quién fue J.M., cuál fue su historia y qué fue de esta persona siguen siendo un misterio. Por esta razón, el curador Marcus Milwright del departamento de Historia de Arte y Estudios Visuales espera que alguien que sepa más de este intrigante personaje se ponga en contacto con él a través de su correo mmilwrig@uvic.ca

Publicado por Miss Chalak

Curiosa empedernida y adicta a la hipervinculación. Descubrió que es amante de la semiótica y los idiomas cuando estudiaba una maestría en Historia del pensamiento. No entiende por qué decidió describirse en tercera persona.

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