
Sylvia von Harden (1894-1963), también conocida como Sylvia von Halle, fue una periodista y escritora alemana. A pesar de haber colaborado en periódicos como Das junge Deutschland (La joven Alemania) y Die Rote Erde (La Tierra roja), su nombre pasó a la historia cuando Otto Dix la retrató.

Siendo parte del círculo intelectual berlinés de una Alemania entre guerras, von Harden destacó por su imagen revolucionaria, que contrastaba notablemente con el sentido de feminidad de principio de siglo: figura andrógina, vestimenta holgada que no marcaba las curvas femeninas, falda corta, medias mal alzadas, pelo cortado en un bob corto, un monóculo, un poco de labial rojo, y estando sola, fumando y bebiendo una copa en un café.
Su talante obligó a Otto Dix a retratarla, exagerando sus rasgos faciales, sus dientes y sus manos, para convertirla en el símbolo de la Nueva objetividad, en el arquetipo de la Nueva mujer y en el retrato de la época en la que estaban viviendo. Ella misma narra cómo se dio la génesis de su retrato en su texto de 1959, Erinnerungen an Otto Dix (Memorias de Otto Dix); cuando se encuentran en la calle Dix le dice:
– ¡Debo pintarte! ¡Simplemente debo hacerlo!… ¡Eres la representante de toda una época!
– Entonces, quieres pintar mis ojos apagados, mis orejas adornadas, mi nariz larga, mis labios delgados. ¿Quieres pintar mis manos largas, mis piernas cortas, mis pies grandes, cosas que solo pueden asustar a la gente y no deleitar a nadie?
– Tú misma te has caracterizado de forma brillante, y todo eso conducirá a un retrato representativo de una época que no se preocupa por la belleza exterior de una mujer, sino más bien por su condición psicológica.

Sin plasmar signo alguno de su profesión para dar ubicuidad al personaje, Bildnis der Journalistin Sylvia von Harden o Retrato de la periodista Sylvia von Harden de 1926 se convirtió en una obra que mostraba a las mujeres como seres independientes, críticos y libres de un pensamiento patriarcal. Después de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), las mujeres abandonaron el rol de madres sumisas que la sociedad les había dado, para ser miembros activos de la clase trabajadora. Renunciaron al corset para utilizar pantalones y ropa cómoda para poder caminar y conducir coches y motocicletas. Dejaron de ser floreros para convertirse en protagonistas de una época de cambios económicos y políticos.
En Alemania, durante la República de Weimar (1919-1933), la Nueva Objetividad rechaza el expresionismo y busca hacer figuraciones realistas, acentuando los detalles a criticar de manera grotesca. El movimiento buscaba denunciar a la sociedad burguesa, a los políticos, a los militares, y a las cabezas que llevaron al país teutón a vivir una guerra desastrosa, que, una vez perdida, generaron una hecatombe económica y una vergüenza nacional. El Retrato de la periodista Sylvia von Harden también busca enseñar las consecuencias desesperanzadoras y existencialistas que movieron a las mujeres a salir de casa: la guerra es fea, dura y trae cambios e ideas subversivas.
Este retrato marcó una época y se volvió en un ícono de la nueva feminidad. Incluso el director de cine Bob Fosse estudió esta obra para hacerle un pequeño tributo en su película Cabaret. En ésta aparece una mujer que nos recuerda a la periodista von Harden, aunque sea unos segundo, durante la actuación del Maestro de Ceremonias del Kit Kat Club cantando la famosa canción Willkommen, Bienvenue, Welcome.

Gracias por compartir.
Me gustaMe gusta
¡Muchas gracias por leer! Un abrazo.
Me gustaMe gusta