
En el Museo de Cluny, también conocido como el Museo del Medioevo, se encuentran seis tapices tejidos en lana y seda llamados «La dame à la licorne» o «La dama con unicornio». Provenientes de un taller de Flandes, su dibujo francés retrata la máxima moda europea de los siglos XIV y XV: la de los unicornios.
Fue hasta 1841 que se descubrieron en el castillo de Boussac, en el departamento de Creuse. Por las condiciones de almacenamiento, las seis obras estaban dañadas, pero con su adquisición en 1882 por el museo en el que actualmente se exhiben, fueron restauradas para que lucieran lo mejor posible.

Las seis piezas están bordadas al estilo “mille-feuilles” –o “milhojas”–, sobre un rojo escarlata como fondo del cielo, y un azul marino como el piso y follajes. Además de los bordados de plantas y flores, también se pueden encontrar varios animales comunes de la región como conejos, armiños, zorros, comadrejas, monos, perros, corderos, urracas, halcones y garzas.
En su conjunto, en una lectura rápida, simbolizan a los cinco sentidos: el gusto, el oído, la vista, el olfato y el tacto. Adentrándonos a la profundidad del mensaje, la iconología señala una alegoría al amor cortés, tan popular en esa época, como una alegoría escatológica a la nación (escatología del estudio teológico del destino último del ser humano y el universo, no del destino último de la comida).
Empecemos por la primera lectura:
















¿Y cuáles son las otras dos lecturas?




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