El Jardín de las Delicias – Parte I

Unos lo consideran un conjunto de herejías, otros como una premonición apocalíptica, y es que El Jardín de las Delicias es una obra que a lo largo de la historia ha generado un sinfín de interpretaciones. Este tríptico de gran escala mide en total 220 cm × 389 cm, está compuesto de una tabla central de 220 cm × 195 cm y dos laterales de 220 cm × 97 cm cada una, y fue concebido por la familia Nassau como regalo de bodas para la corona española. Esta obra se convertiría en uno de los más preciados tesoros de Felipe II, primero cobijado en el Monasterio de El Escorial, para luego ser admirado por millones en el Museo del Prado. 

Tríptico de El Jardín de las Delicias, 1500-1505. (Fuente de la imagen: Wikipedia)

Su autor fue Jheronimus van Aken (1450-1516), pintor de origen neerlandés que nació en ‘s-Hertogenbosch (Ducado de Brabante), ciudad mejor conocida como Den Bosch. Por ésta última, el artista tomaría el mote de “El Bosco” para firmar sus obras. Existen pocas fuentes que den más información sobre su vida; sobreviven un documento de la hipoteca de su hermana Katherina, la venta a su hermano mayor la cuarta parte que le correspondía de la casa familiar en la plaza del Mercado y un aval como marido de Aleid van de Meervenne, propietaria de la casa llamada Inden salvatoer.

En una época donde el Imperio Otomano se estaba expandiendo, y las ideas de la Reforma protestante se estaban incubando, Den Bosch, era una ciudad muy católica, con 40 iglesias, capillas y monasterios y una catedral; alrededor de un habitante para cada 16 trabajaba para la Iglesia. En el curso 1486-1487 se volvió parte de la  ingresó en la Ilustre Hermandad de Nuestra Señora, dedicada al culto a la Virgen y regida por una estricta regla religiosa. La cofradía contaba con unos 15 mil miembros externos y alrededor de 60 hermanos jurados, inicialmente sólo clérigos, y un pequeño número de hermanos cisnes, grupo al que perteneció El Bosco. Por esta agrupación, el famoso pintor neerlandés tendría una profunda relación con textos eclesiásticos y su imaginario.

Al ser una obra con tantos detalles, su análisis se hará en tres entregas. Empezaremos por su estructura y composición general,  y por el análisis del tríptico cerrado y del panel izquierdo, La Presentación de Eva

COMPOSICIÓN GENERAL

Normalmente un tríptico religioso se compone por tres imágenes independientes; la central que plasma una escena bíblica importante, y a los lados santos o los donantes que pagaron la obra. En El Jardín de las Delicias, los tres paneles pertenecen a una misma historia y comparten todos cuatros planos: el primero donde se encuentran las escenas principales, el segundo en el que todos tienen un cuerpo de agua, el tercero con escenas de fondo y una línea de horizonte, que en los paneles izquierdo y central son montañas y en el derecho edificios construidos por el hombre. 

Aunque se cree que El Bosco no conocía la perspectiva, su punto de fuga se encuentra en un huevo –el único que no está roto–, en el centro del tríptico. Este huevo simboliza un nuevo comienzo, el germen de la vida y la creación del Universo.

En cuanto a la construcción pictórica de los paneles, cada uno está pensado en la verticalidad de la propia obra. El eje vertical en el centro de todo es el que rige la importancia de la composición y del equilibrio de las escenas.

TRÍPTICO CERRADO

Hecho en grisalla, técnica pictórica basada en una pintura monocroma que produce la sensación de ser un relieve escultórico, el tríptico cerrado representa el tercer día del Génesis, cuando Dios separó la tierra de los mares. Con concepciones medievales, la Tierra es representada como plana y el cielo está colocado bajo un domo. 

Tríptico cerrado. (Fuente de la imagen: Pinterest)

LA PRESENTACIÓN DE EVA

En la escena principal se encuentran tres personajes: Adán, sentado, Dios, representado como Jesús, y Eva. Aunque pudiera pensarse que este panel representa la creación de Eva, sacada de la costilla de Adán cuando éste dormía, El Bosco pretende hacer un anuncio más profundo sobre la relación del hombre y la mujer. Jesús está tomando a Eva con la mano izquierda y dando la bendición con la mano derecha, representando el pasaje del Génesis 1:28, “Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra”, que se convierte en la introducción de lo que ocurrirá en las siguientes partes. 

Publicado por Miss Chalak

Curiosa empedernida y adicta a la hipervinculación. Descubrió que es amante de la semiótica y los idiomas cuando estudiaba una maestría en Historia del pensamiento. No entiende por qué decidió describirse en tercera persona.

2 comentarios sobre “El Jardín de las Delicias – Parte I

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